¿Pero llega la inflación o no?
👻 Cuidado que ahí viene. El fantasma de la inflación es como el cuento de Pedro y el lobo: avisando, avisando y aquí no pasa nada, hasta que al final pasa.
La política de endeudarse a más no poder y crear dinero a mansalva puede ser una buena decisión, tal vez la única decisión, pero como ya ha pasado varias veces en la historia, la resaca puede ser larga.
Una de las consecuencias habituales tras los excesos es una inevitable subida de la inflación (puedes ver más sobre qué es y sus consecuencias en un post de 2019).
Lo primero es aceptarlo e intentar que no nos afecte demasiado:
Si puedes negociar tu sueldo al alza, parece un buen momento ahora antes de que los costes de tu empresa se disparen, o tal vez ir viendo opciones fuera de tu empresa para incrementar los ingresos.
Si no tienes trabajo, redobla ya los esfuerzos en la búsqueda o en generarte el tuyo propio.
Si tienes inversiones, cuidado con engañarte a tu propio juego. Si tu rendimiento es del 4% anual y la inflación es del 5%, estás perdiendo poder adquisitivo.
Un poco más sobre esto: es posible que nos puedan vender el aumento de inflación como algo sin importancia midiéndolo a través del IPC, pero mucho cuidado: la inflación es silenciosa y cuando leas/veas que el IPC está subiendo… ya es tarde.
Pero bueno, al final estamos en lo de siempre: si no vivimos por encima de nuestras posibilidades (mucho o poco eso ya lo decide cada uno) podremos salir de esta, incluso para los más atentos puede haber oportunidades de inversión.