¿Cuándo suficiente es suficiente?
👌 Hace un par de días estuve viendo un video de Ali Abdaal, un famoso youtuber británico, en el que hablaba sobre los errores que ha cometido en su empresa durante este 2022.
En él, explicaba temas sobre cómo había crecido de forma desmedida en años anteriores, su relación con los empleados y la gestión del tiempo. Todos esos temas que, por cierto, me encantan.
Pero lo que más me llamó la atención fue lo arrepentido que estaba de que no hubieran llegado a los objetivos económicos que se habían marcado al inicio de año (5 millones de dólares de facturación). No tanto por no haber facturado suficiente (3 y pico), sino porque no estaba contento de haberse marcado metas financieras, pues él siempre había crecido sin buscar metas exactas y así cree que debía haberlo hecho también este año. Especialmente con el incremento de esfuerzo y dedicación que le ha tenido que sumar.
Bueno, visto así, puede ser comprensible. Acertado, incluso… pero porque no lo ha conseguido. Tiendo a pensar que, si hubiera llegado a la meta, ahora estaría encantado y se pondría otra para el 2023 con mayores desafíos. La consecuencia de la acción influye en una siguiente.
Y yo me pregunto: ¿son los resultados de nuestras acciones tan poderosos como para dictar la narrativa? Dicho de otro modo, ¿estamos verdaderamente al mando de nuestra vida y tomamos las decisiones sin tener en cuenta posibles desenlaces adversos, siempre? 💭
(Por cierto, ese bocadillo de pensamiento que pongo algunas veces, significa en mi cabeza: «dale unos segundos al lector/a para que reflexione» 🥹).
El caso es que, siguiendo con la frustración de Ali, no siempre salen las cosas como uno supone. Avanzando en su video, nos encontramos con su conclusión final: volverá a hacer las cosas como antes, aunque eso signifique incrementar su facturación de forma más lenta.
He aquí a donde quería llegar yo con esta introducción y el tema que trataré hoy: los momentos «hasta aquí».
Llamo así a aquellas decisiones donde sopesamos los pros y los contras de seguir con el mismo comportamiento y las consecuencias que eso conlleva. Seguro que identificas esos momentos, ¿no?
Algunos ejemplos para situarnos mejor:
Tengo tres hijos, ¿debería ir a por el cuarto?
Con mi esfuerzo gano 5.000 euros netos al mes, ¿debería trabajar más duro para ganar 7.000?
Llevo fumando 20 años y sé que no me hace bien, ¿es ahora el momento de parar?
No aguanto a mi jefe, ¿debo cambiar de trabajo?
Estoy en una relación tóxica, ¿cuándo será el día?
Yo tuve uno importante de esos a finales de 2019. Mi estresante jornada laboral, «de ocho horas por contrato», raramente me tenía fuera de casa menos de doce al día, mi hija hacía unos meses que había cumplido un año, los esfuerzos económicos que llevábamos haciendo tantos años nos permitían estar en una situación tremendamente cómoda y un par de meses después… llegó la pandemia.
— Hasta aquí. Es suficiente. —dije.
Los siguientes pasos se escribieron solos. Al final, no fue hasta noviembre de 2019 que pude dejar el trabajo en Apple (casi nunca es bueno cerrar la puerta y ya), clavar codos y seguir estudiando para sacarle más rendimiento a mis inversiones y… hasta hoy.
El resultado ha sido de diez: el patrimonio económico ha seguido creciendo, nos hemos salvado del bicho-19 (que en medio de Ciudad de México, quién sabe qué hubiera sido de nosotros), hemos vivido en tres países distintos desde entonces y lo más importante, he estado ahí, día a día, viendo crecer a mi ya-no-bebé de 4 años y medio.
¿Podría haber seguido triunfando en el mundo corporativo durante este tiempo? Seguramente. ¿Haber ganado aún más dinero? No lo sé.
Pero quiero trasladarte a ti la pregunta, ahora que es época de nuevos propósitos, ¿cuándo suficiente… es suficiente? 💭
Enlaces que ayudan
Una colección de enlaces que pienso que vale la pena compartir
Tim Urban: Inside the mind of a master procrastinator — Fe de erratas. La vez anterior compartí esta charla TED, pero puse el enlace equivocado. Gracias Verónica por avisarme. 🫶
Readwise Reader — Si ya la herramienta era increíble, ahora incluye un lector de newsletters, guardar enlaces para leer más tarde con opción para subrayar, lector de RSS… ha substituido a mi Instapaper, Pocket, Raindrop, Feedly y Meco. Hay que crear primero la cuenta en Readwise.
Coffee — Un rastreador del tiempo que dedicas a tareas para Mac. Minimalista y precioso.
Me ha gustado mucho tu artículo, Daniel. Los seres humanos somos seres insatisfechos por naturaleza. Siempre queremos más (tengamos más o menos!).
Cuánta razón llevan tus palabras.